domingo, 30 de marzo de 2008

Nubia y Luca (El nacimiento)

El descenso de Luca fue el fulgor,
de los ojos de Nubia nació el esplendor
la luz conocía su destino cierto
el espacio infinito y un viaje de ida, eterno.
Luca juraba amor eterno por un día,
Nubia reía,
fundieron sus pieles para que nazca el fuego,
la oscuridad conocía su destino cierto,
los abismos prohibidos, lejos del cielo.
Besos montados, únicos y perpetuos,
de ese amor, la luz y el fuego, nació la arena mojada,
el agua conocía su destino cierto
ocupando los cráteres ocultos del desierto.
Las agujas giraron y se extinguieron,
Luca tuvo que volver en sus veleros,
Nubia partió en dos, su alma y su corazón,
así nació el dolor de destino certero.

1 comentario:

Joan Tristany dijo...

Me encanta tu blog.
Nubia y Luca, que te puedo decir de ellos si casi es como si fueran amigos míos.
Me encanta esta parte.

Un abrazo poeta.

Joan